En el corazón de cada especia, vegetal deshidratado o condimento que llega a nuestras mesas, hay una historia de tierra, trabajo y tradición. Esa historia comienza con los campesinos colombianos, quienes día a día cultivan con dedicación los ingredientes que enriquecen nuestra cocina y nuestra identidad culinaria. En Hacienda Buenavista, honramos su labor porque sabemos que sin su esfuerzo, nuestros productos no tendrían el sabor ni la calidad que nos representa.
Los campesinos no solo siembran y cosechan. Ellos heredan saberes ancestrales sobre los ciclos de la tierra, el clima, el momento exacto de la cosecha y las mejores técnicas para mantener viva la biodiversidad de nuestro país. Gracias a su experiencia, especias como el ají, el cilantro molido o el cardamomo conservan su intensidad y pureza, incluso en procesos como el deshidratado. Esta conexión entre tradición y calidad es lo que nos permite llevar a los hogares colombianos productos de excelencia.
En el mes en que celebramos el Día del Campesino, es fundamental reconocer su papel como guardianes del sabor. Desde las veredas hasta los grandes centros de distribución, su trabajo impacta no solo a nivel local, sino también en la proyección internacional de la cocina colombiana. Elegir productos de origen campesino es una forma de apoyar economías sostenibles, preservar la cultura gastronómica y asegurar una alimentación más consciente.
En Hacienda Buenavista nos sentimos orgullosos de ser parte de esta cadena que empieza en el campo. Trabajamos de la mano con comunidades rurales, promoviendo buenas prácticas de cultivo, calidad certificada y procesos que respetan tanto al productor como al consumidor. Porque cuando elegimos lo que llevamos a nuestra mesa, también elegimos el futuro del campo colombiano.